La familia del Sr. y la Sra. Siddiq emigraron a los Estados Unidos a finales de 1980 de Pakistán, con la ayuda del hermano de la Sra. Siddiq. Ellos tenían un objetivo claro y simple, que consiste en aprovechar mejores oportunidades educativas para su familia de cuatro hijos en el nuevo mundo.
Muhammad Osman llegó a Estados Unidos como estudiante de maestría en la década de 1990. Estudió ingeniería informática en una universidad de prestigio, teniendo la intención de regresar a su natal Egipto. Al final, conoció a su futura esposa, una Siria-estadounidense, y decidió quedarse.
María Kief fue una de dos hermanos nacidos en una familia de un padre árabe y una madre estadounidense. Al tener muy poco contacto con su familia paterna, María pensó poco acerca de su identidad, excepto como una estadounidense de origen y de raza. Sin embargo, las cosas empezaron a cambiar una vez que ella comenzó a asistir a la universidad, embarcandose en un viaje de autodescubrimiento.
Los tres ejemplos anteriores caracterizan adecuadamente la diversidad de familias musulmanas que viven en los Estados Unidos. Aunque muchos han convergido aquí desde diferentes partes del mundo, para otros no tienen ningún sentido el “volver a casa.” Sin embargo otros encuentran el Islam en su búsqueda de la verdad y de allí comienzan su legado como familias musulmanas.
La Familia en el Islam
La unidad familiar es un componente importante del Islam, y se dan todos los elementos de una familia debido a la importancia -de padres a hijos a los cónyuges a amigos y parientes.
Los Padres
El Noble Corán recuerda reiteradamente a sus lectores acerca de los deberes que tienen los niños hacia los padres, sobre todo en la vejez. Allah dice en el Corán:
“Pues tu Sustentador ha ordenado que no adoréis a nada excepto a Él. Y haced el bien a [vuestros] padres. Si a uno de ellos, o a ambos, les llega la vejez estando contigo, jamás les digas “¡Uf!” ni les riñas, sino háblales [siempre] con respeto, y extiende sobre ellos con humildad las alas de tu benevolencia, y di: ¡Oh Sustentador mío! ¡Apiádate de ellos, como ellos cuidaron de mí y me educaron siendo niño!” [Noble Corán 17:23,24]
“Y [entre lo mejor de las acciones rectas que] hemos ordenado al hombre [está] el trato bondadoso a sus padres. Con dolor le llevó su madre, y con dolor le parió; y el embarazo y su total dependencia de ella duraron treinta meses.” [Noble Corán 46:15]
Uno de los Hadices del Profeta Muhammad, que las bendiciones y la paz sean sobre él, apoya firmemente eso, pues una vez un compañero preguntó al Profeta,diciendo:
“¿Quién merece más mi buen tratamiento?” El Profeta dijo: “Tu madre”. Preguntó de nuevo: “¿Quién sigue?” Él respondió: “Tu madre”. “¿Quién sigue?” “Tu madre”, respondió una vez más. “¿Quién después de eso?” “Tu padre”.
El acto de obedecer a los padres y tratarlos con respeto y afecto es una gran virtud, aun si son no musulmanes. Una vez una compañera del Profeta le preguntó cómo debería tratar a su madre que no era musulmana, que estaba siguiendo costumbres paganas y creencias tribales, el Profeta Muhammad le dijo que debería ser amable y comportarse con ella como necesitara una madre de una hija.
Sin embargo, la obediencia de los padres no debe superponerse a la obediencia de Allah. Allah dice:
“…pero [aun así,] si se empeñan en hacer que atribuyas divinidad, junto conmigo, a algo que tu mente no puede aceptar [como divino], no les obedezcas: [pues] a Mí habréis de retornar todos, y entonces Yo os haré entender [realmente el bien y el mal de] todo lo que hacéis [en vida].” [Noble Corán 29:8]
Los Hijos
Además Islam aconseja a los padres a tratar a sus hijos con la misericordia, el amor y la igualdad. Más bien los padres deben ofrecer una educación adecuada a sus hijos, haciéndoles ser personas moralmente rectos y responsables de la sociedad. Profeta Muhammad ﷺ, dijo que el mejor regalo que un padre puede dar a su hijo es una buena educación. El Profeta ﷺ, también puso gran énfasis en el tratamiento adecuado de las hijas, prometiendo la recompensa del Paraíso para los padres que crían a su hija (s) bien. Al mismo tiempo, Allah llama a la moderación en el Corán:
“¡Oh vosotros que habéis llegado a creer! No dejéis que vuestros bienes o vuestros hijos os distraigan del recuerdo de Dios: pues quien tal haga¡esos, precisamente, son los perdedores!” [Noble Corán 63:9]
La Importancia del Matrimonio
El matrimonio es un contrato social sagrado entre un hombre y una mujer. Como en todas las grandes religiones, el Islam también hace hincapié en la institución del matrimonio. Allah dice en el Corán:
“Y entre Sus portentos está el haber creado para vosotros parejas de vuestra misma especie, para que os inclinéis hacia ellas, y haber engendrado amor y ternura entre vosotros: ¡ciertamente, en esto hay en verdad mensajes para una gente que reflexiona!” [Noble Corán 30:21]
Además, el Corán describe muy bien la profundidad de una relación matrimonial mediante la invocación de la metáfora de “vestimenta ” para el marido y la mujer:
“ellas son una vestimenta para vosotros y vosotros sois una vestimenta para ellas” [Noble Corán 2:187]
Por otra parte, el Profeta Muhammad ﷺ, mencionó específicamente que el matrimonio es de su tradición e incluso equivale a completar la mitad de la fe de uno.
La Homosexualidad
Las referencias al matrimonio en el Corán y los dichos del Profeta Muhammad ﷺ, son heterosexuales indudablemente. De hecho, la homosexualidad está estrictamente prohibido en el Islam. La historia de Lut se menciona varias veces en el Corán y el comportamiento de su pueblo se denomina al pudor, excesivamente pecaminoso, lascivo, malo y vergonzoso.
Los musulmanes no discriminan a los homosexuales como seres humanos, sino que detestan su homosexualidad como algo que transgrede los límites establecidos por Allah desde el principio de los tiempos. En este sentido, el cristianismo ortodoxo y el judaísmo siguen condenando fuertemente la homosexualidad.
El Proceso del Matrimonio
El concepto de citas con la pareja no existe en el Islam y las relaciones sexuales antes del matrimonio están prohibidas. Sin embargo la noción islámica del matrimonio reconoce la necesidad de determinar la compatibilidad entre los futuros cónyuges. Por ejemplo, cuando la hija mayor de los Siddiq, Sarah, estaba a punto de casarse, sus padres se aseguraron de que ella y su pretendiente tuvieran la oportunidad de hablar entre sí bajo una supervisión moderada antes de que cualquier lado diera su consentimiento. Una vez que estaban comprometidos, los dos continuaron un contacto entre sí por el teléfono y el correo electrónico.
Los cónyuges son seleccionados de diferentes maneras. Algunos matrimonios, como el de Sarah, están “arreglados”. Otros individuos encuentran a sus propios compañeros a través de la interacción entre ellos, como en el caso de Muhammad Osman y su esposa, Imán, que se reunieron en el campus y se gustaron mutuamente. A través de todo esto, el enfoque está en el objetivo inmediato del matrimonio. De esta manera, el Islam se esfuerza en mantener vivo el espíritu del matrimonio: una unión no sólo de dos personas distintas, sino también de sus puntos de vista diversos, sus antecedentes únicos y sus familias ampliadas; una promesa de entretejer sus vidas hasta ahora autónomas, con la esperanza que salga con éxito, y de continuar el legado hacia adelante.
Al contrario de las creencias populares, el Islam no reconoce los matrimonios forzados independientemente del género; en realidad, un matrimonio es incompleto sin la aprobación expresa por la novia y el novio. Prácticamente, los matrimonios arreglados en el Islam se refiere al proceso en el que un tercero presenta dos familias con hijos en edad de contraer el matrimonio.
Las bodas son ocasiones festivas donde las familias y los amigos se involucran, y quizás duren varios días, dependiendo de cada cultura. Sin embargo, la esencia del matrimonio radica en el contrato nupcial firmado tanto por la novia y como por el novio después de la afirmación verbal de casarse unos con otros, que es supervisado por dos testigos. Esta ceremonia se llama “nikah” y se une a los dos como marido y mujer. La fiesta después del matrimonio denominada con “walima” es ofrecida por el marido, como era la costumbre vigente en tiempos del Profeta Muhammad ﷺ.
Curiosamente, la convención de cambiar el nombre de uno por el de su marido aún persiste en muchos países musulmanes, sin embargo, mujeres musulmanas practicantes estadounidenses están prefiriendo cada vez más conservar sus nombres de solteras, entendiendo que sin importar con quién se casen, van a seguir siendo las hijas de su padre por encima de todo. Ellas toman como ejemplo las siguientes palabras del profeta Muhammad ﷺ:
“Seréis convocados en el Día de la Resurrección por vuestros nombres y los nombres de vuestros padres…”
La mujer de los tiempos del Profeta ﷺ, incluyendo sus esposas, eran conocidas por los nombres de sus padres, no de sus maridos. Siguiendo esta tradición, Mary Kief decidió mantener su apellido después de casada sin objeción alguna por parte de su marido.
Por otra parte, islamicamente, la esposa es libre de mantener su ingreso ya que se espera que el marido aporte el sustento para el mantenimiento del hogar y la familia. En la actualidad, sin embargo, muchas parejas mantienen cuentas bancarias conjuntas y comparten juntos la responsabilidad del hogar.
El divorcio, altamente desaconsejado, es una realidad social que es aceptada y reglamentada. La esposa o el marido puede iniciar el proceso de anulación, lo que implica largos meses de negociaciones con los árbitros de ambas partes con la esperanza de enmendar la relación antes de que se alcance una decisión final.
Poligamia
Aunque la poligamia es practicada por una minoría entre los musulmanes, no es de ninguna manera la norma. El Islam permite que los hombres se casan hasta cuatro esposas a la vez y esta costumbre es más frecuente en algunas culturas que otras. Si un hombre decide tener más de una esposa, debe tratar con todas ellas con justicia. El Corán afirma:
“…entonces casaos con [otras] mujeres que os sean lícitas: dos, tres o cuatro; pero si teméis no ser capaces de tratarlas con equidad, entonces [sólo] una…” [Noble Corán 4:3]
La poligamia ilimitada se ha practicado en una variedad de culturas; sin embargo, el Islam humaniza esta práctica con una asignación limitada, reconociendo una variedad de factores, como una proporción más alta de mujeres en ciertos países, el número de muertes de hombres y mujeres en una sociedad y ofreciendo una solución legítima y protectora contra la violencia social del adulterio.
Llevar Adelante el Legado
Tener hijos es a menudo el siguiente paso natural para muchas parejas musulmanas, aunque algunos optan por esperar unos años antes de concebir, mientras que otros no pueden hacerlo, como es casi el caso de las personas por todo el mundo. Nombrar al niño puede convertirse en un asunto de familia con la participación de los abuelos a veces, mientras que algunas parejas optan por nombrar a sus propios hijos.
El séptimo día después del nacimiento del niño se realiza un sacrificio religioso y se afeita la cabeza del bebé, dando la equivalencia monetaria del peso de sus cabellos como caridad. Esta ceremonia, llamada “aqeeqah”, puede llevarse a cabo en el día 14, 21, 28 (etc.) del nacimiento del bebé.
Familia Extendida
El Corán enfatiza repetidamente la importancia de salvaguardar los lazos del útero. Dos ejemplos:
“Y da a los parientes lo que es suyo por derecho…” [Noble Corán 17:26]
“Y adorad [sólo] a Dios y no atribuyáis divinidad, en modo alguno, a nada junto con Él. Y haced el bien a vuestros padres, a los parientes,…” [Noble Corán 4:36]
El Profeta Muhammad ﷺ, ordenó lo mismo, diciendo:
“El que cree en Allah y en el Día de Justicia debe mantener una buena relación con sus parientes.”