La pregunta más importante en la vida es “¿Cual es el propósito de la vida?”
Bueno, ¿por qué estamos aquí?¿Cual es el propósito? ¿Para atesorar fama y fortuna? ¿Para hacer música y dar a luz bebés? ¿Para ser el hombre o la mujer más ricos en el cementerio, como se nos dice en broma: “El que muere con más juguetes gana?”
No, tiene que haber más en la vida que eso, así que vamos a reflexionar. Para empezar, mira a tu alrededor. A menos que vivas en una cueva, estás rodeado de las cosas que nosotros los seres humanos hemos hecho con nuestras propias manos. Ahora, ¿por qué hacemos tales cosas? La respuesta, por supuesto, es que hacemos cosas que realizan una función específica para nosotros. En resumen, hacemos cosas que nos sirven. Por lo tanto, por extensión, ¿por qué Dios nos creó si no es para servir a Él?
Si reconocemos a nuestro Creador y reconoces que Él creó a la humanidad para servirle, la siguiente pregunta es: “¿Cómo? ¿Cómo le servimos?” Sin duda, esta pregunta se responde mejor por Aquel que nos creó. Si Él nos creó para servirle, entonces se espera que podamos funcionar de una manera particular, si queremos lograr nuestro propósito. Pero ¿cómo podemos saber cuál que esta manera? ¿Cómo podemos saber lo que Dios espera de nosotros?
Bueno, reflexiona en lo siguiente: Dios nos dio la luz, por el cual podemos encontrar nuestro camino. Incluso en la noche, tenemos la luna como luminaria y las estrellas para la navegación. Dios ha dado a los animales sistemas de guía que están bien adaptados a sus condiciones y necesidades. Las aves migratorias pueden navegar, incluso en días nublados, gracias a la manera en que la luz polarizada pasa a través de las nubes. Las ballenas migran gracias a“leer” los campos magnéticos de la tierra. El salmón regresa del océano abierto para desovar en el punto exacto de su nacimiento gracias a su olfato, si se puede imaginarlo. El pez siente movimientos distantes a través de receptores de presión que se alinean en sus cuerpos. Los murciélagos y los delfines ciegos de río “ven” a través del sonar. Ciertos organismos marinos (la anguila eléctrica es un ejemplo del alto voltaje) generan y “leen” campos magnéticos, permitiéndoles “ver” en las aguas fangosas, o en la oscuridad de las profundidades del océano. Los insectos se comunican por medio de feromonas. Las plantas detectan la luz del sol, creciendo hacia ella (fototropismo); sus raíces detectan la gravedad y crecen en la tierra (geotropismo). En resumen, Dios ha dotado con una guía a cada elemento de Su creación. ¿Podemos creer seriamente que Dios no nos daría la guía acerca del aspecto más importante de nuestra existencia ni nos dejaría saber saber la razón de ser, ni nos daría las herramientas por las cuales podemos lograr la salvación?
Entonces ¿qué nos dice el Creador, Dios, acerca de nuestro propósito en la vida? Dios dice en el Corán que creó al ser humano para ser Su custodio en la tierra. La confianza básica depositada en la humanidad, nuestra responsabilidad, es creer en Dios y adorarle:
“y [diles que] no he creado a los seres invisibles y a los hombres sino para que Me [conozcan y] adoren. [Pero además,] no quiero de ellos sustento, ni les pido que Me alimenten: ¡pues, realmente, Dios es el Proveedor de todo sustento, el Señor del poder, el Eterno!” [Noble Corán 51:56-58]
¡Muy simple! El propósito de la creación del hombre es adorar al Creador. La comprensión islámica de la adoración permite que toda la vida de uno debe ser un acto de adoración, siempre que el objetivo de la vida sea la complacencia de Dios, que se logra al hacer el bien y abstenerse del mal. Una persona puede convertir las actividades cotidianas en actos de adoración por medio una intención pura, buscando sinceramente la complacencia de Dios a través de estas actividades. El Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones sean con él) dijo:
“Saludar a una persona es caridad. Actuar con justicia es caridad. Ayudar a un hombre con su caballo es caridad. Decir una buena palabra es caridad. Cada paso dado en el camino para realizar la oración es caridad. Eliminar un obstáculo del camino es caridad.”
La adoración concede a los creyentes muchos beneficios que contribuyen al bienestar tanto espiritual como mundial. El cuerpo humano necesita recursos materiales para su existencia, como la comida, la bebida, y un medio de reproducción. En cuanto al alma, sus necesidades no pueden ser satisfechas sino por la cercanía a Dios por medio de la fe y la obediencia, que sólo se pueden lograr a través de la adoración.
Dios debe ser adorado en tiempos difíciles y en tiempos de prosperidad y el ser humano puede encontrar la paz interior sólo a través de Su recuerdo:
“Y, ciertamente, sabemos bien que tu pecho se angustia por las cosas [blasfemas] que dicen: pero proclama la gloria infinita de tu Sustentador y alábale, y sé de los que se postran [ante Él], y adora a tu Sustentador hasta que te llegue la muerte.” [Noble Corán 15:97-99]
“Aquellos que creen, y cuyos corazones encuentran sosiego en el recuerdo de Dios- pues, en verdad, en el recuerdo de Dios encuentran los corazones [de los hombres] su sosiego.” [Noble Corán 13:28]
Además Dios afirma que hizo esta vida con el fin de poner el hombre a prueba, así que cada persona pueda ser recompensada después de la muerte por lo que ha ganado:
“Aquel que ha creado la muerte y la vida, para probaros [y así poner de manifiesto] quién observa la mejor conducta, y [haceros ver que] Él solo es todopoderoso, realmente indulgente.” [Noble Corán 67:2]
Sin embargo, con el propósito de adorarle, tenemos que conocerlo bien, de lo contrario es posible formar un concepto distorsionado de Él, y luego ir por mal camino. En el Corán, Dios dice a la humanidad lo que es y lo que no lo es. Por ejemplo, en respuesta a una pregunta acerca de Dios que se planteaba al Profeta Muhammad ﷺ, Dios dice:
“DI: “Él es el Único Dios: (2) “Dios, el Eterno, la Causa Primera de Todo Cuanto Existe.” (3) “No engendra, ni ha sido engendrado; (4) “y nada hay que pueda ser comparado con Él.” [Noble Corán 112]
En el Islam Dios no es como un ser humano ni como nada que podamos imaginar y que Él es el Único que debe ser adorado y esto es el propósito de nuestra vida.